sábado, 30 de octubre de 2010

Calma


Madre lo es todo para mí.

Desde que fui creado para completar la función que me fue encomendada, siempre hice hasta lo imposible para poder satisfacer sus deseos.

Aunque me sentía algo despreciado. Como cualquier otro hijo carcomido por los celos.

Porque sabía que probablemente Madre amaba más a Sephiroth que a mí. Aunque nunca lo conocí, sabía que él era un SOLDADO fuerte e indestructible. Un verdadero mesías.

Yo no era como él, claro que no. Y eso era lo que hacía que Madre lo valorara más que a mí, al grado de convertirme en su avatar sólo para que Sephiroth pudiera renacer.

Pero no me importa nada de eso. Porque lo único que yo quiero es hacer feliz a Madre, sin importar si es a costa de mi propia vida.

Lo dije antes, y lo sigo diciendo: qué importa si sólo soy una marioneta…

Aún ahora como me encuentro, a punto de morir, sé que madre me ama, y me acogerá en sus brazos, contenta porque di lo máximo sólo por ella.

Y no me equivoqué: la escucho, con su dulce voz llamándome desde el cielo, mientras mi cuerpo desfallece en los brazos de mi hermano mayor….

Puedo morir en paz, e ir con ella, a donde sé que me espera la paz y fraternidad que tanto he buscado desde que nací…

Espero poder ver pronto a mis hermanos, Yazoo y Loz… Sé que ellos también deben estar ansiosos por poder reunirse con nuestra Madre…

Sólo puedo despedirme, extendiendo mi mano para poder alcanzar aquella armonía que me espera…

No hay comentarios:

Publicar un comentario